Es probable que estés pensando en crearte tu propio purificador casero, ya sea porque no te satisface ninguno de los productos del mercado, porque quieras adaptarlo a ciertas necesidades específicas o, simplemente, porque seas un maker y te guste el DIY. En cualquiera de esos casos, en este artículo encontrarás información que te puede ayudar con el proyecto…
¿Merece la pena?
Si no eres un manitas desde luego que no. En ese caso es mejor que compres uno ya hecho y puedas evitar posibles incidentes durante la fabricación o puesta en marcha. Además, si tienes algún tipo de alergia, los comprados poseen las certificaciones oportunas, mientras que uno casero no podrás saber hasta qué punto puede o no ser eficaz.
Ahora bien, si te gusta construir cosas y necesitas un purificador de aire muy concreto, entonces puedes montarte el tuyo propio y ya de paso adquirir conocimientos técnicos sobre cómo funciona. Por ejemplo, imagina que lo quieres integrar en algún mueble, o que quieres reutilizar una carcasa que te guste para tu nuevo purificador. Las dimensiones y diseños de los comprados puede que no se adapte a lo que buscas, por tanto, podrías crear tu diseño empotrable.
O tal vez lo quieras integrar en el sistema de ventilación o aire de tu vivienda, etc. Quizás necesite un flujo de aire mucho más alto por la amplitud de tu vivienda y los del mercado no satisfacen esa necesidad, etc. Las posibilidades son muchas… Esa es realmente la gran ventaja de los purificadores caseros, que son flexibles y los puedes personalizar según tus gustos.
¿Funciona realmente?
La verdad es que no hay motivo para decir que un purificador de aire casero no funcione. De hecho, podría incluso hacerlo igual de bien que algunos de los modelos comerciales. Además, al hacerlo tú mismo experimentarás y podrás aprender sobre la constitución de este tipo de aparatos, podrás identificar averías más fácilmente al haberlo creado tú, podrás mejorarlo, y satisfará tus ansias de aprender sobre tecnología y electrónica.
Cómo construir tu propio purificador de aire casero
La construcción no es nada complicada y solo necesitarás productos que los encontrarás fácilmente en tiendas especializadas o en Amazon.
Lo que necesitas
Para crear tu propio purificador de aire, necesitarás los siguientes componentes:
- Ventilador convencional. Puede ser de mayor o menor tamaño, según necesites. Si el ruido es importante, compra algún modelo que sea silencioso.
- Filtros. Dependiendo de la cantidad de etapas de las que quieras disponer en tu purificador, puedes comprar solo un filtro HEPA, o agregar otros de carbono activo, etc. Ten en cuenta que el filtro va a limitar la cantidad de aire que va a generar tu pruficador, y que debería estar presurizado (sellado) para que funcione adecuadamente y no haya fugas de aire sucio que escapen de la etapa y salgan sin pasar por el filtro. En Amazon tienes multitud de filtros de recambio para purificadores Philips, Rowenta, Xiaomi, Dyson, etc., que podrías usar de base. También existen filtros HEPA sueltos si lo prefieres.
- Otros. Si quieres dotar al purificador de sistemas adicionales, entonces deberás agregar los elementos que necesites. En el último apartado te doy algunas ideas.
Instrucciones de montaje
En cuanto al montaje, no será nada complejo, especialmente si vas a usar la propia estructura y carcasa del ventilador comercial que compres. En caso de haber optado por un ventilador sin carcasa o que lo quieras adaptar a otra caja, si te imprimes tú mismo la carcasa con una impresora 3D, etc., necesitarás algo más de maña.
Suponiendo que usarás la propia estructura que ya te da el ventilador comercial, entonces los pasos genéricos serían:
- Desmonta la rejilla frontal del ventilador. Esto podría variar de un modelo a otro, pero suele ser sencillo. Ya sea retirando unos tornillos o simplemente con la fijación central que tienen algunos.
- Coloca el filtro HEPA en el frontal del ventilador y fíjalo como puedas (cinta, pegamento, tirafondos,…). Asegúrate de que las aspas no rozan ni hay ninguna parte que pueda molestar para el giro. Debería estar bien sellado, para que no queden huecos por los que pase aire sucio y pueda salir sin ser filtrado. Además, según el filtro que hayas comprado y su forma, la adaptación podría ser más o menos compleja.
Si no vas a seguir agregando componente, ya tendrías tu purificador listo. Puedes usar los propios controles del ventilador para controlar la velocidad de giro y hacer que el aire que coge el ventilador pase por el filtro y luego salga limpio. De esa forma, todas las partículas quedarán atrapadas en el filtro. Efectivamente, con el tiempo se ensuciará, por lo que tendrá que ser reemplazado como el mantenimiento que le haces a los comerciales.
Ideas adicionales
Para comprobar que realmente está funcionando podrías comprar un medidor de calidad del aire y hacer pruebas, o comprar un sensor Figaro de calidad de aire (como el TGS2600-B00 o módulos para Arduino) y dotar a tu aparato de un sistema que mida su calidad mediante una sencillo esquema con una placa Arduino y una pantalla LCD donde muestre resultados… Esto tan solo son ideas, pero no es imprescindible.
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Incluso podrías crear un sistema inteligente IoT con un módulo WiFi para tu ionizador. De esa forma se podría programar una app para dispositivos móviles y así controlar u obtener información desde tu móvil como hacen los profesionales.
Tal vez incluso quieras usar un relé para accionar electrónicamente o remotamente tu purificador de aire. Así podrás accionarlo sin necesidad de usar los propios controles que trae el ventilador comercial que hayas comprado.
Otra cosa que se me ocurre es dotar a tu purificador de aire de un ionizador para que genere iones negativos y ayude también a mejorar la calidad del mismo. El ionizador generará carga eléctricas negativas en las moléculas aire de una habitación, eliminando malos olores, microbios, etc. Es decir, podría ser una etapa extra de filtrado para aumentar su eficacia.
Ten en cuenta que ionizar el aire tiene un coste energético considerable. Se necesitan crear voltajes altos para ello y puede tener un consumo de 1-8W/h para un generador de iones normal. Por cierto, si no quieres hacerlo tú mismo, venden dispositivos ionizadores ya confeccionados que solo tendrías que adaptar a tu purificador, y son baratos.
El límite es tu mente, incluso podrías usar iluminación UV (ultravioleta) de longitudes de onda comprendidas entre 200 y 300 nm (UV-C) para que actúe también como un germicida. Este tipo de luz es capaz de inactivar los microorganismos como protozoos, virus y bacterias. Así se podría adaptar esta iluminación a la entrada o salida del aire para agregar otra etapa de purificación adicional por si algo ha escapado a los filtros previos.
Ten en cuenta que los sistemas comerciales suelen tener un pre-filtro, que captura las partículas de mayor tamaño, un filtro HEPA para las de menor tamaño, y una etapa con un filtro de carbono activo para eliminar malos olores. Tú podrías imitar a los comerciales u optar por otras alternativas…
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